Miguel García Benlloch, regidor de Compromís per Almenara

Desde bien pequeño, hacía enfadar a mi madre bastante a menudo. Cuando se despistaba un poco me encontraba desmontando una radio, o cualquier aparato que dejara a mi alcance. Cogía un destornillador y hacía de las mías siempre que podía. Y claro, algún calambrazo me caía de vez en cuando. Empezaba mi relación de amor-odio con los electrones y las consecuencias de su uso sin tomar precauciones.
Después de muchos años desmontando aparatos y estudiando cómo utilizar correctamente y sin riesgos a esos electrones, empecé a trabajar como electricista. Disfrutaba haciendo lo que más me gustaba de pequeño y no tan pequeño: Jugar con la electricidad. Pero esto conlleva un riesgo importante porque se puede recibir algun calambre en cualquier momento. A mi me ha pasado. Uno de los peores que he vivido fue hace mucho tiempo, cuando un compañero estiro de un cable por accidente y, al soltarse, me tocó en el brazo mientras estaba sujeto a una estructura metálica. Cuando esto ocurre, el cable que me toca el brazo hace que la corriente pase, a través de la piel, en busca de una salida hacia la tierra (esto se conoce como una derivación a tierra). Los músculos se contraen por la corriente que los atraviesan haciendo que aprietes con más fuerza contra la estructura y “te quedes pegado”.
El diferencial es un aparatito que deben de tener todas las instalaciones eléctricasporque es el que te tiene que salvar la vida en caso de derivaciones a tierra. Pues bien, a mi me salvó la vida de manera literal. Por eso es tan importante mantener en buenas condiciones una instalación eléctrica y sus elementos de protección. Más aún, si esa intalación es de uso público como pueda ser una farola o un simple enchufe en un colegio.
La ley regula este tipo de instalaciones mediante inspecciones periódicas realizadas por organismos de control autorizados (OCA), cualificados por su formación y por su experiencia. Estos organismos se encargan de comprobar que las instalaciones obedezcan a la reglamentación vigente, la cual mediante su cumplimiento garantiza que una instalación sea segura para las personas que la utilizan y no entrañen ningún riesgo para la vida. Recordemos que la electricidad puede matar. Poca broma con esto!
En 2015, el grupo municipal Compromís per Almenara solicitó una auditoría por el gasto elevado, excesivo y absurdo de la energía eléctrica que paga el pueblo. Además, de un cambio de la instalación del alumbrado público, dada su obsolescencia y su elevado consumo, entre muchas otras razones. Y el PSOE, ni corto ni perezoso, lo rechazó sin ninguna explicación a cambio. Cinco años después, y tras algunas mociones en el pleno del ayuntamiento denegadas por puro partidismo y electoralismo, aparece por fin una auditoría energética de las instalaciones de alumbrado público de Almenara.
Mi sorpresa al leerlo viene cuando leo que los centros de control del alumbrado público están en un estado desastroso, no cumpliendo muchos de ellos con la reglamentacion anteriormente citada. De hecho, en varios de ellos, el informe dice textualmente que: “el centro de mando tiene algún defecto que puede suponer un peligro para la ciudadanía (falta de protecciones frente a contactos indirectos)”. Aquí aparece mi querido diferencial, que en su día me salvo la vida.
Fue sorprendente que en el pleno la portavoz del equipo de la señora Pérez me respondiera que: “para eso hemos hecho esta auditoria. Como ibamos a saber sino en que estado esta nuestra instalacion”. Pues, señores y señoras del PSOE local: “para eso esta la OCA, así podrán saber periódicamente el estado de nuestras instalaciones eléctricas”. Con esto, podremos solventar sus deficiencias antres de que la vida de alguna persona corra peligro por su deficiente y negligente gestión.
Si la señora Pérez hubiera escuchado las propuestas de nuestro grupo, nos habríamos ahorrado además mucho dinero. Rechazar en su día nuestra propuesta para no poner en peligro nuestras vidas fue un acto irresponsable que no se puede repetir. No lo decimos nosotros, lo dice la auditoría. Por eso, es importante que entre todas y todos demos un cambio de rumbo a Almenara por nuestros bolsillos y por nuestras vidas. Y, ese cambio vendrá de la mano de Compromís.

PD: ¿en qué estado están las instalaciones eléctricas de la escuela municipal?